Lujuria the party en DLRO Live, 29 de junio

jueves, 13 de diciembre de 2012

Relatos por David Hernandez

Ruinas
Camino solo por las calles de la ciudad... El ruido es ensordecedor. Mis sienes se hacen eco del claxon de los coches. Mis manos sienten las lágrimas del llanto de los niños, mi cabeza siente el golpeo de las obras y mis ojos miran perdidos hacia el final de la calle con miedo a que los edificios vayan cayendo uno a uno y no poder llegar a tiempo a mi destino.

Acelero el paso a sabiendas que algún golpe recibiré, pero no me importa, deseo llegar al final de la calle sea como sea. Fatigado corro hacia delante, los edificios empiezan a crujir. una nube de humo me persigue ansiosa de devorarme, está apunto de alcanzarme pero no lo consigue. En esos instantes me vienen a la mente los abrazos que se quedan tirados en la calzada, los besos que no consiguen sobrevivir al miedo de esos muros que ahora caen y esas miradas testigos de la catástrofe. 

Con el corazón en la garganta y el alma resquebrajada araño al vacío para conseguir ver, pero es imposible. La masa de polvo que corría tras de mí me ha envuelto en una burbuja arenosa y no consigo ver hacia dónde voy. El final de la calle se desdibuja y de repente caigo. Antes de caer sé a ciencia cierta que el golpe va a ser duro. Con la confianza de que algo amortigue la caída, mis piernas sueltan un alarido que me dejan absorto en el suelo.

Medio inconsciente sigo escuchando el rugido de los edificios al caer que va in cresccendo. No consigo ver más que polvo y las piedras me van enterrando en una de mis calles. Desolación y silencio son las palabras que marcan esos momentos. El sabor de la sangre en mis labios me devuelven la conciencia. La nube me ha alcanzado, los edificios han caído y me han atrapado. Encarcelado, agonizo, intentando gritar y pedir auxilio. Mi voz quebrantada por el llanto no consigue más que emitir un pequeño susurro, mis manos quieren despertar pero no lo consiguen y mi corazón aplastado contra el asfalto apenas puede latir...

Latidos de realidad me retumban los oídos, asfalto que machaca mis pasos, manos que sienten la pérdida de sensibilidad, silencio profundo que se se apodera de mi alma, susurro de desilusión que mi voz no se cree y corazón aprisionado. Palabras que pasan por mi mente a una velocidad pasmosa e imágenes en forma de fotogramas que me inundan los ojos de lágrimas.

¿Sabes que pasa en ese preciso instante? Que esas manos doloridas, ese corazón dañado y esos ojos nublados sacan fuerza de recuerdos y esperanza y se quitan los cascotes de encima, limpian su mirada y consiguen ponerse en pie para alcanzar el final de la calle. El dolor es patente, pero la esperanza y las ganas de salir de ese infierno se alian para alcanzarlo.

Sin oscuridad no sabríamos que es la luz, sin la noche no habría día, sin dolor no llegaríamos a conocer el amor, sin miedos no lograríamos conocer jamás el significado de la palabra valentía...

Sal de tu agujero, sacude tus ropajes, limpia tus heridas, seca tus lágrimas, abre los ojos, enseña a tu corazón a volver a latir y conseguirás llegar al final de la calle... hay gente esperando incapaces de hacerlo por ti. Levanta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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